lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Bueno?

¿Llamaré?
Lo estoy pensando desde hace tres horas y media, si, estoy contando el tiempo que llevo pensando si llamar o no.
No soy obsesiva compulsiva, solo que me pone mal no poder tomar una decisión, así en chinga, como lo hace la gente normal, aquella que se tira al ruedo sin pensar en las consecuencias. No soy de esas.
Siempre le estoy dando vueltas al asunto ¿Y si sale mal? ¿Y si sale bien? y todo el tiempo las mismas preguntas en circulo vicioso y yo con el celular en la mano, ya hasta siento que es parte de mi cuerpo.
Creo que me da miedo escuchar la voz, ya sabes, áspera,  como si viniera del mismo infierno, y esa palabra que abre el mundo de posibilidades a las que me invita.  
En todo este tiempo no he podido pararme del sillón y mi espalda ya me esta matando, son indicios de que ya debo hacer algo, de agarrarme los ovarios o los cojones, lo que sea, y si aviento el chingado teléfono y me olvido de todo este asunto pendejo.
Tampoco tengo tantas agallas para eso, mas bien para nada, si, mas débil mental no puedo ser.
Me sudan las manos, ok, el número me lo se de memoria, estoy viendo las imágenes que pasan por el televisor solo para tratar de zafarme poquito de la realidad, 5-3-7-4-9-0-4-6.

-¿Bueno?