éramos inocentes y tontos;
más que nada tontos.
confiábamos en que las nubes nos sostendrían
pero caímos a través del cielo
con el viento despedazándonos la piel como una licuadora sin refreno.
vi un luz entres las estrellas y
estaba tan estática y yo
pensaba que los aviones eran más rápidos que eso.
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