La paz tuvo sus consecuencia y es que, así como no hay guerras sin bajas, nunca puedes ganar algo sin preguntarte al final por todo lo que perdiste en el proceso.
Así conocimos hoy un día nuevo y diferente, en el que el aire es fresco y silencioso. Como la playa en invierno, el único sonido es un vago rumor y no hay manera de que nuestros pensamientos se vean interrumpidos; el paisaje está inhabitado.
Ya no vas a querer cantarle al mar; esta vez se han agotado los mensajes y así logras soltar una flota entera de botellas vacías. No construyes castillos ni cavas pozos en la arena; hoy es para ver, hoy es para dejar de ser un personaje y volvernos parte del fondo que es todo.
Hemos dejado de buscar banderas detrás de la niebla. Hoy es el primer fin real de nuestras vidas.
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1 comentario:
¡Dile eso a Barack Obama!
¡Saludos!
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