Nada nos garantiza que tendrémos lo que tenemos, nada nos garantiza una 
vida segura, tampoco sabemos si tendrémos pensamientos que lleven a una 
espiritualidad iluminada, nada nos garantiza la paz. Pienso en que no 
somos dueños de lo que ya logramos. Nada nos garantiza que seguirémos 
siendo los mismos pero siempre tendrémos las huellas, esas huellas para 
recordarnos de donde y porque vinimos hasta aquí. 
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