miércoles, 27 de febrero de 2013

La casa.

La idea de vivir sola en un pequeño departamento a vuelto a mi mente como vuelve la primavera a veces inesperada, de un perro enorme como único compañero que me espere cada noche se hace casi tangible.

La imagino de nuevo toda tapizada de fotografías borrosas de paisajes vistos desde una perspectiva del pasado que al observarlas se hace tangible.

La vida de té y tv que me sienta siempre tan bien. La casa llena de más libros que a veces harán de muebles.

Aquella propiedad que siempre me imagine llena de melancolía.