martes, 11 de octubre de 2011

Dos minutos.

Si, lo peor es que lo vi venir, el metro llego a la estación y en su recorrido
lo vi parado, esa camisa de cuadros roja se ve hasta a un metro de distancia, el transporte se detuvo y quedo justo en la puerta en donde yo estaba, tenia que quedar exactamente en frete de mi, ya sabes, así como dicen, es el destino. No me moví, intente que mi rostro no cambiara, no inmutarme, intente hasta respirar, pero es que de solo verlo... de solo verlo, si, si, ya sabes como somos las mujeres. Nos dejamos llevar totalmente por la apariencia...

Si, si te cuanto. Entro al vagón, quedamos cara a cara, sabes que hice? baje la mirada, quería ver sus tenis y quizá un poco del tamaño de su virilidad, pero lo noto, se dio cuanta y como no darse. Extendió su mano y toco mi cara, bajo a mi cuello, ya se, yo pude quitársela y darle una cachetada o gritar pero, me excitaba, poco a poco, nos vimos a los ojos y toco mis labios, acerco su cara y yo cerré los ojos solo para sentir, apague las imágenes en mi cabeza, sentí, unos labios mojados, un rose en mi pecho y ya estábamos en la otra estación...

Baje y me fui caminado sin voltear atras.

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