Y entonces pasa algo insignificante que te lleva a recordar muchos años atrás cuando eras otra persona, cuando tus intereses eran otros y cuando no tenías ni puta idea de lo que venía.
Poco a poco comienzas a pensar en todos aquellos que besaron tu boca, que te dedicaron un poco de su tiempo, que te dijeron algo lindo, que estuvieron ahí y ahora son desconocidos, seres lejanos que solo se alojan en tus pensamientos.
Sin duda ríes por que fueron buenos momentos, porque de nada te arrepientes, porque SENTISTE y eso fue lo mejor de todo aquello.
Tu cerebro se llena de "hubieras", bajas la cabeza y la nostalgia te pega, un golpe muy fuerte cuando menos te lo esperas, la sonrisa desaparece de tus labios para convertirse en una expresión dura.
¿Extrañas todo aquello?
¿Extrañas a cada uno de ellos?
Y haces un recuento de los daños, de todo lo que has dejado pasar.
Ni si quiera quieres contar el número de lagrimas por que para este momento ya se comienzan a acumular más.
¿Y todas las cosas que hiciste tu?
Cada palabra que salio de tu boca, cada hora que les diste, cada detalle que te costo dinero y creatividad, cada beso que regalaste.
¿Diste tanto como ellos? ¿Menos? ¿Más?
No importa por que se ha quedado atrás y nada de eso volverá.
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