jueves, 21 de noviembre de 2013

Yo te quiero amar pero sólo en la putrefacción.

Sus sueños son aburridos, no como los míos.

Me gusta verte desde la puerta entreabierta tener sexo con mujeres desconocidas y saber que sus deseos son tan lejanos y cercanos a mi.

Tuve una pesadilla muy clara, mientras dormías, tocaba tu tez blanca, cuando abrías los ojos, en mis manos te desangrabas.

Sin embargo me río cuando pienso en todos los preparativos y en todos los instrumentos que necesito para mirarte a los ojos.

 Te vuelvo escultura de carne.

 Eres un trofeo morboso que arden mis manos por tocar.

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