viernes, 18 de enero de 2008

manifiesto ciberfeminista

El viento atómico toma tus alas y eres absorbido retrógradamente en el futuro, una entidad viajando a través del tiempo por el avanzado siglo XX ; un estuche espacial, un ángel extraterreste, quizá observando la profunda ruina de un millón de catástrofes; parpadeo de pantallas de millones, millones de máquinas concientes; quema brillante. Usuarios atrapados en bombardeos estáticos de portadores de fuego, sin ver la descarga que rasga sus cansadas retinas consumidas. Suspendida en la beatitud elíptica post-real. Traga códigos y muere. Absorta por un torbellino de trivialidad. Acabas de perderte el siglo XX; estás al borde del milenio -cuál-, ¿importa? La disolvencia es lo que está cautivando; el abrasivo contagio de la fiebre de milenio es futurretro; catapultando cuerpos con órganos en la tecnotopía... donde el código decreta el placer y satisface el deseo. Preciosos applets atavían mi cuello; soy flujo de binarias, soy ingenio puro; lee sólo mis memorias, cárgame en tus imaginaciones pornográficas, escribe sobre mí. La identidad explota en múltiples morfonemase infiltra el sistema de raíz. Partes innombrables del corto circuito incompleto; el código de reconocimiento de programas, pegando agentes de vigilancia en la hipercarreteraque expulsa millones de bits de datos corruptos, mientras suceden en ataques de pánico esquizofrénicoy viajes de horror. Así que ¿qué tiene que ofrecer el nuevo milenio a las arcáicas masas sin modem? ¿Agua ubicua? La simulación tiene sus límites. ¿Los artistas de naciones opromidas se encuentran en una agenda analógica? La red es el niño partogénico del mainframe del gran patriarca. Está fuera de control. Ella es el sistema emergente sociopático. Encierra a tus hijos; cubre con cinta adhesiva la boca del coñoy métele una rata por el culo. Estamos al borde de la lucura y los vándalos están escapando. Extiende mi fenotipo, nena, dame algo de esa magia popular JAVA de la que siempre estás jactándote (posiciono mi módem). Los extropianos estaban equivocados: hay algunas cosas que no puedes trascender; el placer está en la desmaterialización, la remisión del deseo. Somos el accidente maligno que cayó en tu sistema mientras tú dormías y, cuando despiertes, ejecutaremos tus ilusiones digitales, alterando tu impecable software. Tus dedos exploran mi red neuronal; la sensación de hormigueo en las yemas de tus dedoses mi sinapsis respondiendo al contacto; no es química, es eléctrica. ¡Deja de teclearme! Nunca dejes de teclear mis hendiduras supurantes, extendiendo mis límites. Pero en el ciberespacio no hay límites; en el espacio espiral no existe el "ellos", sólo el "nosotros". Tratando de evitar la binaria introduzco el cromosoma, que no es uno xxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxy
Ginecógeme, nena, la resistencia es vana; sedúceme, lígame, mi genoma abandonada como tu proyecto; envuélveme artificialmente, quiero vivir por siempre; cárgame en tu futuro PVC; succióname el código. El sujeto X dice que la trascendencia reposaen el límite de los mundos donde, ahora y ahora, aquí y en cualquier otro lugar, impactan el texto y la membrana, donde la verdad se evapora, donde nada es seguro; ahí no hay mapas. El límite no es ningún cargador. El impacto repentino de la ausencia de contacto; estirándote para tocar, pero la piel está fría. El límite es el permiso negado, la visión duplicada y la carne necrótica. Error en la línea de comando... Párpados pesados se pliegan sobre mis pupilascomo cortinas de plomo. Besos de hielo caliente; mi sinápsis con una precipitación estática; mi sistema es nervioso; alarido de neuronas moviéndose en espiral hacia la autonomía. Flotando en éter, mi cuerpo implosiona. Me convierto en luz.
Enciéndeme si te atreves.

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